jueves, 31 de diciembre de 2009

Letra y Sentimientos

Bueno... supongo que todo el mundo sabe que me pirra la música, ¿no? =)

Pues entonces, no necesito decir mucho más, salvo añadir que aquí tenéis lo que son para mí las canciones que me recordarán siempre este 2009. No es una lista con las canciones del 2009, sino una lista con las canciones que he escuchado mil millones de veces y media y que me recuerdan a este año por una razón u otra.

Así que, aquí la tenéis... :P =)

¡Feliz Año Nuevo!

Canción

Artista

6 months

Hey Monday

A Little Piece Of Heaven

Avenged Sevenfold

Año Nuevo

Vetusta Morla

Arise

Flyleaf

Bleed American

Jimmy Eat World

Brick By Boring Brick

Paramore

Brick By Brick

Katy Perry

Cellophane Boy

No Doubt

Chapter XIII

+44

Cold Shoulder

Adele

Comptine d'un autre été: l'après-midi

Yann Tiersen

Copenhague

Vetusta Morla

Don’t Speak

No Doubt

Entre Flores

Efecto Mariposa

Exo-Politics

Muse

Fine And Dandy

Demelza’s Tea Party

Glitter In The Air

P!nk

Hot N Cold

Katy Perry

Hush

Automatic LoveLetter

I’d Hate To Be You …

Mayday Parade

If It Means A Lot To You

A Day To Remember

I Wasn’t Prepared

Eisley

Little Lies For Bored People (This Is Heaven)

Soda Rise

Love Me Dead

Ludo

Maybe Tomorrow

Stereophonics

My Heart

Paramore

My Hero

Foo Fighters

New Perspective

Panic At The Disco

No, It Isn’t

+44

Paparazzi (Acoustic)

Lady GaGa

Piece Of Me

Brittney Spears

Poker Face (Acoustic)

Lady GaGa

Querencia

Efecto Mariposa

Remembering Sunday

All Time Low

Red Night

We Shot The Moon

Road To Nowhere

Bullet For My Valentine

Run

Snow Patrol

Sharabbey Road

Vetusta Morla

Sick Muse

Metric

Snuff

Slipknot

Speechless

Lady GaGa

Stand By Me (Ben E King Cover)

Soda Rise

Stay (Faraway, So Close) (U2 cover)

Flyleaf

Supermassive Black Hole

Muse

The Middle

Jimmy Eat World

The Take Over, The Break’s Over

Fall Out Boy

Thinking Of You

Katy Perry

Too Close For Comfort

McFly

Welcome Home

We Shot The Moon

Wir Beide

Juli

Use Somebody

Kings Of Leon

6 months

Hey Monday


Adios, 2009

Un año se va...

Han pasado tantas cosas. Tantísimas. Buenas, malas, regulares, irregulares, perfectas, imperfectas, aperfectas y desperfectas.

Sueños que se cumplen, y sueños que se rasgan. Amistades que aparecen, hermandades que se destruyen. Personas que se unen, y amigos que se largan. Sentimientos que se empurecen, y despedidas que aluden.

¡Qué triste! ¿Eh?

No sé qué pensaré el año que viene sobre este año que entra. No sé si me sentiré triste, si me sentiré eufórico, si habré conseguido muchas cosas, si habré perdido otras, o, sobre todo... no sé si me habré ganado el corazón de la gente, o si habré perdido el mío propio...

Espero conservar las pocas cosas que me quedan.

Y espero... sobrevivir. Y conseguir...
-Recuperarte.
-Being in that girl's arms.
-Subir como la gaseosa.
-Continuar las mini empresas! =)

Seguro que no lo consigo... seguro que lo conseguiremos.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Deep Insight

Hace mucho que no posteo algo de música de algún grupo...

Pues bien, aquí pongo a Deep Insight, un grupo finlandés ganador de los EMA para el mejor artista finlandés =)

Su single más cañero se llama "Dangerous", y es bastante pegadizo:



El cantante parece una especie de Jim Adkins (Cantante de Jimmy Eat World) en versión "tímida"... ya veremos qué es capaz de hacer su voz pasados unos pocos añitos, si continúan en el ruedo.

Ahora, una curiosidad que descubrí, y gracias a la cual me quedé "flipando" =)

Escuchad el minuto 2:17... Y decidme si no escucháis un "Nothing compares to..."

¡Madre mía! ¿Son fans de Paramore?

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Ievan Polkka

Esta es, probablemente, de las mejores canciones internacionales de toda la historia =)



Y que alguien me diga que no es la caña...

domingo, 13 de diciembre de 2009

No hay nada perdido... No es un objeto de lo que se trata.

¿Te vas a acercar?
Una sorpresa magnífica por tu parte,
como una agradable compañía de un estandarte
que ya no me atrevo a admirar.

Triste pasarela de sentimientos,
todos tan tristes como engalonados,
todos tan alegres como falsos,
todos tan mojados como amargos.

Yo, desde mi propio palco
Me río, río desconfiado.
Grito, grito muy alto.
Paso, paso a tu lado.

Tú, desde tu sitio reservado.
Te ríes, ríes altiva.
Gritas, gritas tus heridas.
Pasas, pasas de largo.

¡Ahá! ¿Es un juego?
Te aseguro que ya he jugado otras veces
Y ya noto cómo, sacando tu ego,
Te adulas, te creces.

Y ya
la verdad se hace pública:
Mi disfraz,
esa fina ironía,
sólo esconde súplica.

domingo, 29 de noviembre de 2009

¿Y si todo estuviese ya perdido?

¿Y si la suma de cada lágrima derramada fuese ya tal, que acabará haciendo que el barco se hunda? ¿Y si no hay esperanza? ¿Y si lo que estoy utilizando son cubos sucios, y rotos?

¿Y si no hubiese forma de achicar las lágrimas?

sábado, 24 de octubre de 2009

Una noche "como otra cualquiera"

Hoy es una de esas noches en las que, al escuchar una nota demasiado alegre, me apresuro a pulsar ►►▌, para volver a poner alguna otra melodía deprimente. Vaya, es uno de esos días en los que me da por pensar que la música debe de ir perfectamente sincronizada con mis sentimientos.

Hoy es una de esas noches en las que altero sistemáticamente las leyes de la matemática pura, y por más que potencio la variable "compañía" a números escandalosamente altos, el resultado siempre sale nulo.

Hoy es una de esas noches en las que el cielo es metáfora directa de mi vida. Y todo son certezas, salvo la confusión de no saber si A remite a B, o es B la que intenta remitir a A.

Hoy es una de esas noches que serán efervescentes en el futuro. Esta nueva certeza casi hace olvidar los efectos secundarios, en especial ese que empieza por pa y acaba por sotismo, pero al considerar y sopesar la valía de este ante los síntomas, dudo de si verdaderamente debería ingerir medicamentos tan ajustados.

Hoy es una de esas noches en las que no sé si deliro por tristeza o por atisbo de la misma, que se atreve a creerse sol al intentar alzarse sobre mi vida. Aún así, a diferencia de los amaneceres, puedo retroceder en cuanto vea esos tímidos pero tajantes destellos de lo que podría estar por llegar (El cenit te sigue quedando muy lejos, ¿eh?).

Hoy es una de esas noches en las que me pregunto si verdaderamente esas pinceladas de optimismo afectan positivamente a mi vida (Una cuestión un tanto irónica, ¿no?)

Hoy es una de esas noches en las que la duda predominante es si no debería hundirme en la miseria más absoluta para luego salir con fuerzas renovadas (o morir en el intento, que no quede explícita la terrorífica posible consecuencia del hecho), en vez de seguir intentando mantenerme a flote como sea, esta vez deshaogándome en una simple bitácora.

domingo, 18 de octubre de 2009

¿Hace (otra/)una partidita de ajedrez?

Mira, pongamos el caso del ajedrez. ¿Alguna vez has jugado? Venga, me apuesto lo que quieras a que sí. Ahora, recuerda una de esas primeras partidas. No una de esas en las que sabías desde el principio que ibas a perder, porque tu primer rival era tu propio maestro; sino una de esas en las que te creías lo suficientemente poderoso como para sorprender a ese que antes era tu maestro y que ahora parecía ser el primero con el privilegio de ser vencido por ti.

¿Recuerdas cuando tenías la jugada preparada desde el principio? Ese optimismo ciego te llega hasta los ojos (¿Casualidad?), y decides trazar la jugada de principio a fin. Iras a por el rey con tu reina, obviamente. Eso será magnífico. Increíble. Deslumbrante. Una partida de ajedrez perfecta. Ya le vas pillando el sentido al ajedrez, claro, por eso las partidas de ajedrez duran tanto cuando se juegan en competición.

¡Jugadón! Ya notas ese frenesí fricky que te permite olvidar las jugadas de tu oponente y concentrarte en lo único importante: Tu propia jugada. Un peón, una torre, un alfil.

Sacas todo lo que puedes de ti mismo. Hasta mueves con grácil agilidad la mano al desplazar las piezas por el tablero. Ups, te comes un peón, un alfil, una caballo. Hasta una torre. Menudo crack. La partida se desarrolla con asombrosa rapidez, al menos, en lo que a ti respecta. El hecho de que seas tú el que mueve ficha nada más adquirir el turno, y que sea ese ex-maestro el que tarda tanto en mover, lo interpretas como síntoma evidente de que tienes la partida bajo control.

Colocas con precisión tu orgullo sobre el tablero, en forma de dama engalonada de blanco, y te preparas para arrebatar el orgullo de tu oponente, que supones que está vestido de negro allí delante. Jugada perfecta. Te atreves a soltar una sentencia de muerte:

'Jaque mate'

Casi te levantas de la silla cuando lo inevitable aparece, anunciado por esa sonrisa sarcástica que te roba tu adversario, y cuyo alimento no atinas a encontrar en el fondo de tu mente (Y, ¿por qué no decirlo?, de tu corazón). ¿Qué ha pasado?

Unos dedos como garras se abalanzan sobre tu reina. La toman entre sus manos y la sueltan de cualquier manera al lado del tablero de juego.

Buscando una explicación, tus ojos son los únicos que se atreven a seguir la línea perpendicular a donde hacía dos segundos estaba tu reina poderosamente erguida. La respuesta a tus interrogantes está allí, plantada como una mole de tierra. Una torre, que tu adversario no se ha molestado siquiera en desplazar hasta el lugar donde se situaba tu reina.

Pero lo hace, con aquello que te ha robado campando a lo largo y ancho de su cara. Aún así, se atreve a hacer un último hurto:

'Ahora sí, jaque mate'

Y entonces sientes que te hundes, que te has comportado como un chiquillo por no haber visto toda la jugada del adversario, y te arrepientes por no haberte anticipado a los acontecimientos.

Ante la mirada de tu adversario y maestro, que ha visto sustituido su botín por un gesto de compasión, casi llegas a coger a la blanca dama vestida aún de tu destrozado orgullo, pero decides que no confiarás en ella/él la próxima vez.

Porque en el fondo sabes que tu maestro/adversario te dará otra oportunidad para enfrentarte a él en otra partida de ajedrez. Y tendrás otros errores; pero este, otra vez, no. O, al menos, eso creéis.

(Venga, ¡no me digas que no sabes quién es tu maestro/adversario y qué partidas de ajedrez son las que tienes que disputar!)

lunes, 14 de septiembre de 2009

Nuevo año

Sólo un año más

Es eso, en realidad. Pero a la vez, parece algo tan extraño, y, a la vez, tan largo.

Seguro que cuando esté metido de lleno, no será nada. Sólo un curso. Pero sé cómo estoy ahora, y sé que tantas cosas pueden cambiar.

Sentimientos, lealtades, responsabilidades... y amistades.

Miro lo que fue el año pasado, y, francamente, no me asusto para nada. Quizá porque está guardado en lo ya ocurrido, y siento que tengo total control sobre mis recuerdos. Lo que me preocupa es no tener control sobre mis esperanzas.

Mañana tocará "lo de siempre". Supongo que hoy es día de despedidas, de recuerdos, y mañana... mañana toca perder el control.

Hola. Cuánto tiempo. Vente si quieres. Quiero seguir teniéndote a mi lado. Perdona por lo que haga. Prometo perdonarte siempre que me lo pidas. Prometo comportarme. Prometo sacar esto adelante. Prometo llegar a ti de una puñetera vez. Prometo ayudarte en todo lo que me pidas.

Ahora sólo queda pedirle a Dios que mis esperanzas no se vean superadas por mis comportamientos.

viernes, 28 de agosto de 2009

Adios, don J Capítulo 1, parte 1

-Créeme si te digo que la etapa que vas a empezar ahora va a ser de las más importantes de tu vida. Nada que hayas escuchado parecerá tener sentido, ni nada que aprendas te servirá para el futuro. Autosuficiencia es la palabra clave.
-...
-Qué pena me das, si te digo la verdad. En cada uno de tus poros sudorosos se presiente tu miedo a esta nueva etapa. Sin embargo, te afanas en taparte, te crees que lo mejor es imitar aquel atuendo de un nómada del desierto, sin darte cuenta de que de esta forma imitas aquello que más temes: No tener un hogar fijo.
-...
-¡Serás tonto! Pero si no eres de ese clase de persona... O al menos eso intentas creer todo el rato. Que de verdad marcas huella en la gente. Al fin y al cabo, es lo que siempre te han dicho; ¿por qué te cuesta tanto creerlo? No eres como otras personas, no puedes guardar demasiado rencor. Y tú y yo sabemos de quién estamos hablando, ¿no?
-...
-Ahá... ¿Y qué te preocupa tanto de ella?
-...
-Oh, eso ha sido francamente cruel. Tú no eres mejor que ella, no tienes más amigos que ella, no eres más listo que ella, no tienes más creatividad que ella.
-...
-Bueno, quizá esa sea su forma de ver la vida. Quizá ella está a gusto así, quizá ella esté a gusto de una forma con la que tú jamás podrías conformarte. De todas formas, ¿qué me quieres decir sobre este tema?
-...
-Pues allá, tú, es tu decisión. Eres humano, es normal que permitas que te digan esa palabra de 6 letras que ya con solo ser pronunciardas endulzan el corazón de las personas.
-...
-¡Ja! El poeta eres tú, no yo. No, ni se te ocurra quitarme la razón, ahora no. A lo que iba, que ahí sólo he dicho una frase demasiado moña, ya está. En fin, ¿algo más que te preocupe del mero inicio de esta estapa?
-...
-¿Y qué hay de malo en todo ello? ¿No es ella la que mayor satisfacción te produce?
-...
-¡Venga ya! Que no naciste ayer. Ya sabes toda la envidia y la gente mala que hay en el mundo. Si te gusta, no hay nada más deba importarte...
-...
-Yo sí tengo todas mis esperanzas puestas en ti, y lo sabes. Confío fervorosamente en que conseguirás cierto triunfo en esa empresa de la que me hablas.
-...
-¡Buah! No es ser egoísta... De hecho, ese triunfo lo compartirías con otros cuatro, ¿no?
-...
-Mira, deja el tema. Ahora me tengo que ir. Luego seguimos hablando, ¿vale? Mucha suerte.
-Adios, don J. Gracias. Ya seguimos hablando.

martes, 25 de agosto de 2009

Tú... no

Tú no tendrías que estar en mi cabeza cuando lo estás.

Y mira que es una estupidez.

Pero no lo soporto.

Ni puedo con ello.

¡Madre! ¡Al ataque!

Nota a mi yo futuro: Siento ridiculizarte de esta forma =) No lo volveré a hacer, ¡te lo prometo!

lunes, 24 de agosto de 2009

Me parece que no, ¿eh? No...

Ya estoy un poquitín harto de vuestras tonterías.

Siempre he ido fardando por ahí que me gusta ser diferente. Que ir vestido y ser de la forma que a mí me gusta no tenía por qué ser influida por lo que los demás me dicen. Y que iba a hacer oídos sordos a los cansinos.

Pero, por Dios, que ya tenéis unos añitos. Dejad de comportaros de esa forma tan patética. Si no visto como vosotros, os jodéis. Si no me comporto como vosotros, os jodéis. Si sois unos niños de papá a los que le dejan ponerse crestas y dejarse las greñas hasta el culo, os jodéis.

Y, anda, hacedme el favor, papás, enseñadles de una vez a vuestros queridísimos hijitos que tener el pelo largo, no vestir camisetas de tirantes ni pantalones blancos, y no escuchar esa música tan preciosísima como es el requetón, no implica ser una mala compañía.

Que gente mala hay en el mundo, claro, pero anda, a ver si os quitáis esas gafas que parece que no sirven sino para entorpecer aún más vuestra visión, y abríos de una vez a lo nuevo.

Ah, y tú... A ver si se te ocurre decirme algo más por la calle, listilla =) Me gustaría ver en qué estaremos trabajando cada uno dentro de unos años.

¡Catetos!

viernes, 21 de agosto de 2009

Little Lies For Bored People (This Is Heaven)


Lo que se suele decir, comment and rate =)

jueves, 9 de julio de 2009

Mano, pie, mano, pie, mano... ¡Un diamante incrustado!

Contener el aliento nunca se me ha dado del todo bien. Ella* me grita desde lo alto del acantilado que me dé mas prisa, que el sol allá arriba se ve con una majestuosidad impresionante.

¡Jolín! Ya me hace plantearme cosas, a mí, como si de un niño chico se tratase. ¿Y el diamante que hay a mi izquierda? ¿Lo cojo, no lo cojo? ¿Intento escarbar en la roca para cogerlo? Ya decidí comenzar a cogerlo, pero... ¿Sigo? ¿Merece la pena?

Casi atino a escuchar algunos comentarios allá arriba. Gente nueva se acerca a contemplar mi penosa escalada, y hasta escucho sus gritos.

Uno de ellos, desconocido para mí, me sorprende con una sonrisa ¿amistosa?**

-¡Coge el diamante de esta forma! ¡Es mejor así! - y me enseña su flamante mineral.

Pero a mí no me gusta demasiado como lo tiene él. No obstante, el hecho de que me grite cómo tengo que hacer las cosas... ¡Demonios! ¿Por qué me molesta tanto?

¿El orgullo es también mi compañero de cuna, como la chica de allá arriba que me ordena constantemente que me dé prisa?

Cequita suya se encuentran... ¿Los que han estado observándome durante mucho tiempo en mi escalada? Algún individuo parece dirigir la vista hacia otro lado ***, otros han desaparecido totalmente,...

Sé que quiero el diamante para enseñárselo, incluso para ponerlo junto a los minerales de mis otros amigos. Pero también es por mí, sí, ese diamante es mío, lo mostraré, lo compartiré, pero el logro será mío.

Entre los jadeos que me cortan la respiración, pude distinguir mi propio suspiro, antes de una nueva calada de... ¿Motivación, o desesperación?

¡Pum, Chim, Pas!

*Sería oportuno apuntar que siempre ha estado, está y ¿estará? ahí arriba.
**Oye, tampoco soy quien para poner en duda el que se mueva o no por intereses propios... Aún sigue existiendo la gente buena, que yo sepa
*** Cuánto dolor me impone este suceso...

lunes, 8 de junio de 2009

¿Estás seguro?

Porque yo no.

Y es que es tan inevitable el pensar en todas esas frases... ¿Por qué he tenido que quedarme con una sola?

Es como si sólo me quedase algo, único, específico, irrepetible, inigualable... e irreversible.

Siento que sólo tengo algo.

La esperanza es lo último que se pierde

Si es lo último que se pierde, y que sólo me queda una sola cosa... ¿Es que ya he perdido todo lo demás?

/~> Muchas gracas =)

// ¡Serás tonto! ¡Mira que tú y yo leímos por ahí que en los blogs nunca hay que poner cosas pesimistas, para dar fuerzas a nuestro yo futuro por si cuando lo lee está pasando por un mal momento! Jolín, ¡que lo estábamos llevando a rajatabla, y ahora encima me vienes con estas! En fin, supongo que te lo perdonaré, sólo porque es un pequeño comentario único, específico, irrepetible, inigualable... pero reversible.
De todas formas, ¡que sepas que no me has ayudado nada en un problema que tengo ahora!
Un abrazo.
Tu
yo del futuro.

martes, 26 de mayo de 2009

Tú y tus cosas

Tú y tus cosas. ¡Y, mira que podría decirte cientos de "cosas" a las que me refiero cuando las pongo como posesiones tuyas! Tantos símbolos hay ya... Y todos intentan representar... ¿el qué, la libertad?

No, perdona, no representan la libertad. Bueno, sí, me he equivocado, representan la libertad; pero me temo que el ser humano es famoso en el universo entero por amar lo que no tiene.

Así que trágate tu maldita libertad y tus estúpidos símbolos que sirven como excusa perfecta para aquellos que te odian por lo que eres. Cállate, no pongas esos simbolitos con los que no te sientes identificado, pero... ¡Te divierte tanto hacer rabiar a aquellos que quieren hacerse llamar tus enemigos! Pues ya está, hazlo. Ve así. "Viste" así. "Sé" así. Ya no sé si esas características son tuyas de verdad o lo haces como reivindicación de... ¡Mierda! La misma palabra y encima otra vez entre interrogaciones.

¿Sabes? Ante todos esos signos... situaciones... Yo te apoyo. Así que ve adelante =) Te apoyaré. Siempre, pase lo que pase. Porque soy tu amigo. Me da igual lo que digan, lo que piensen. Sólo te digo que ten cuidado. Aunque el cuidado que no tengas tú, lo pondré yo, por mucho que creas que hay veces que no estoy ahí.

¡Alah! Santas Pascuas, que de esto la Iglesia sabe mucho =) Irónico, ¿no?

martes, 19 de mayo de 2009

Buscar la "belleza" en la monotonía

El final de curso suele ser famosito por los estreses. Que si los de 2º de bachiller tienen selectividad, que si los de la ESO tienen exámenes finales,... Y, encima, para colmo de males, todo lo que es "verdaderamente interesante" lo ponen en junio.

Pues yo estoy en esa situación actualmente. Tengo exámenes a reventar, un festival el 2 de junio en el que nosotros, Soda Rise, queremos tocar, además de un señor concierto de 15 canciones el 6 de junio [En Con Otra Marcha].

Además, este año he decidido examinarme de los exámenes de Cambridge - Cámbrich para los amigos y la Yola - a nivel de FCE. Y en mi academia estamos haciendo varios ensayos para ver cuánto sacaríamos [Yo tendría algo más de un 80% =)]

Pues bien; hasta aquí quería llegar. En el ensayo del writing podía elegir entre 4 tipos de redacciones posibles. Y, obviamente, yo elegí el que consistía en escribir una historia.

Así pues, entre tanto estrés y prisas y calificaciones y notas y nerviosismo, pude sentarme tranquilamente a hacer lo que más me gusta - junto con tocar, leer, hanging out con my friends y having a deep conversation with my parents -

Pues aquí está el resultado. La redacción consistía en escribir una historia, continuando la frase: It was three o'clock in the morning when the phone rang

Nada más; aquí tenéis la composición:

~~~~~

It was three o'clock in the morning when the phone rang

I had been waiting for that moment for so long, but at that moment itself I could do nothing but stay in bed, my face going white, then red, then yellow, then - I don't know.

The fact is that my mum answered the phone. It took her fifty and a half steps to reach the phone. At first, I could only hear a really hard voice on the other end of the phone. Unfortunately, the fear crept to my mind, and that was the reason why my legs weren't capable of moving - at first.

I don't know how, a few seconds later I was standing next to my mum.
Her face was the only thing i could communicate with at that moment. If we had been in front of a mirror, I think we'de have laughed at our identical faces.

Suddenly, something happened. My mum's face went... went... She was happy?!

She was happy, calm!

I went completely mad. I started to jump and went to tell my brother and my sister using the best sentence in the world:

'Daddy's coming home from the war - alive!!'


[Los comentarios son siempre bien recibidos =)]

A big hug!

[Heey! Amy, thanks for correcting the mistakes =)]

domingo, 10 de mayo de 2009

Déjame que toque...

¡Déjame que toque!

Déjame que te toque...
Un soneto de primavera
Aunque, ¿quién sabe mejor que tú
lo que en sí espera
este tiempo de inquietud?

Déjame que te toque...
Una balada de amor
Aunque, ¿quién, si no tú,
tiene una voz
que con éste encuentra similitud?

Mis manos son el empeño
Tus labios son la tentación
El aroma, tu pelo
La bebida, mi salvación

Déjame tocar tus manos
Déjame estar a tu lado
Deja que el sol describa
cada uno de tus trazos

Déjame que te toque...
Los labios
Aunque, ¿quién, sino esas dos líneas finas
conocen esta disciplina
que a cualquiera causan inquietud?

Desde luego que yo, no
Porque no pecaré de impaciente
Pero tampoco de temerario
Porque tampoco pienso esperar demasiado
Para saber a qué saben esos labios

Mis manos son el empeño
Tus labios son la tentación
El aroma, tu pelo
La bebida, mi salvación

Déjame tocar tus manos
Déjame estar a tu lado
Deja que el sol describa
cada uno de tus trazos

martes, 21 de abril de 2009

Alzh Ei Mer

Un destellito.
¡Vaya rayo de luz se filtra por la ventana! ¿no? Es un resquicio, el único que se adivina del Sol que sé que tiene que estar campando a sus anchas por el cielo en este preciso momento.

Lo que pasa es que el destello no viene de la ventana... De todas formas, ¿qué más da?

...

Como si de una alarma se tratase, el sol alumbra unos cuantos rostros pálidos acunados sobre la cama. Yo estoy tumbada, claro, ¿cómo no? Siempre he sido muy perezosa.

Alcanzo a ver el rostro de uno de los guardianes de mi sueño. La edad ha sido generoso con él, porque a pesar de las arrugas que surcan su cara, parece estar la mar de sano. Bueno, parecería de no ser por la palidez acomodada a lo largo y ancho de su cara.

¡Pero la edad no ha sido generosa con mi pelo! Noto algunos cabellos blancos sobre la parte de las sábanas más cercana a mí.

Destello.

Y tampoco he tenido suerte con mis ojos... intento entrecerrarlos un poco para distinguir las caras de los otros. Hay hasta un niño, además de 2 adultos: un hombre y una mujer. Sobre las facciones del hombre se pueden descubrir algunas pinceladas de los ojos del hombre más mayor. En el caso de la mujer, la boca obviamente le pertenece al anciano. Eso sí, en vez de con arrugas, sus labios están adornados con un pintalabios difuminado. ¡Vaya! ¡Ya la gente no sabe cuidarse! ¿Cuánto tiempo hace que se ha mirado al espejo? ¿Cuánto tiempo hace que se ha preocupado por sí misma?

Destello.

Quise levantarme. Lo juro. Pero algo muy pesado tiraba de mí hacia la cama verdosa. Intenté descubrir el origen de esta pesadez, mas lo único que noté fue una suave aguja acomodada entre los... ¿músculos? de mi antebrazo derecho. Quise levantar mi mano izquierda para quitar ese estúpido tubito que, confieso, no sé por qué estaba ahí. El caso es que otra nueva fuerza me impedía ejecutar la acción: Una mano estaba entrelazada entre la mía. Pero ese no era el impedimento. El problema era que al mirar al ancianito, aquel que me estaba cogiendo la mano, algo me impedía separarme de él.

Destello.

¡Ya está bien! Con o sin tubo, necesito saber de dónde viene ese incesante destellito. Me cuesta más de lo normal levantar la mano derecha, por donde supuestamente me implantan un poquito de salud, pero la curiosidad siempre ha primado en mi personalidad. Llevo la mano hacia el lugar desde donde salen los destellos. ¡Qué carajo, es mi pecho!

Sobre él descansa un medallón. Simple, de un material que, desde luego, no refleja la luz. Pero, oh desgracia del Señor, está abierto, y un cristal emite esos destellos. Levanto casi con emoción el medallón y...

Destello.

Ahí estoy yo, de joven. Lo sé. Voy vestida de novia. Y están esos pendientes tan bonitos que tanto me gustan. Son muy antiguos. También lo sé. Pero, demonios, ¿por qué no sé más?

Y junto a mí... Aparece una sonrisa radiante plasmada en unos labios que creo que ya conozco, cobijados bajo una mirada que también alcanzo a recordar. Incluso, con un par de arrugas más, podría ser...

Cierro con brusquedad el medallón. Hay algo que no alcanzo a entender. Algo me impide comprenderlo todo. Pero...

Destello

¡Un momento! ¡Pero si he cerrado el medallón!

¿De dónde viene ese destello?

Destello

Para añadir un enigma más, noto humedad en la mano con la que sostengo el medallón, fuertemente cerrada junto a mi pecho.

Otro por qué más...

¿Por qué estoy llorando?

miércoles, 1 de abril de 2009

Gris, pero, ¡ojo!, abrasador

Han pasado soles ya
Y nos volvemos a encontrar
Tus mejillas me reciben frías
Tus labios están cortados
Mis ojos esperan que te rías
Mi voz suena irónica tras cada comentario

El triste viaje al pasado
Se ha quedado sin entrada
Las caricias de tus manos
Ahora son recuerdos en tu mirada.

Y, de nuevo, una despedida
que se me antoja más amarga que la anterior
Me besas por doble partida
Una vez por cada error
Así, mientras calculo la media de tus besos
Trato de recordar tu corazón.

Veo derretir en mí
El sentimiento de antaño
ante tu fría pupila gris
ante esos ojitos ralos.
Haciendo caso omiso a la razón
La extraña fascinación se abre paso.

Y, de nuevo, una despedida
que se me antoja más amarga que la anterior
Me besas por doble partida
Una vez por cada error
Así, mientras calculo la media de tus besos
Trato de recordar tu corazón.

Y, de nuevo, el sol se pone
lanzando destellos de lo que pudo haber sido
Me besas por partida doble
Tratándome como otro amigo.
Así, vagamente calculo la media de tus besos
Trato de reunirme contigo.

miércoles, 21 de enero de 2009

Hassack y Hasser 5// Azufre II

Segunda parte de este relato sobre el chico mago de Bo-dam. Por supuesto, es imprescindible leer la primera parte para comprender el relato entero.

Un saludo.

Azufre II


Otro día más en Bo-dam... ¿O no?. La luz, filtrada finamente a través de las vidrieras de la posada, consiguió despertarme enseguida. Me revolví varias una veces antes de levantarme de mi lecho, y me vestí presto para otro día más en el pueblo escondido en la montaña.

Una serie de recuerdos inundaron mi mente cuando estaba realizando la rutina diaria... Un rayo de alegría inundó mi cara, formando una pronunciada sonrisa de suficiencia. Bajé a toda velocidad al piso bajo de la posada, y me encontré con todos ellos. Mi familia. No había sido borrada de mi vida como si de un sueño se tratase.

Al menos, no todavía.

Me senté en la mesa con ellos y pedí el desayuno. Pronto, y de nuevo, volvimos a enfrascarnos mi familia y yo en otra conversación sin sentido, en la que, llegado un punto, les explicaba lo que la palabra “Bo-dam” significaba verdaderamente.

-Bueno, desde el principio de los tiempos, la gente de aquí se sabía el truquito ese que os he comentado del azufre. Así, le pusieron a lo que por aquél entonces eran tres ó cuatro casitas el nombre de “azufre”, en lengua antigua, “Bo-dam”. El olor a azufre ha sido siempre el que ha salvado miles de vidas de los lugareños. Esto era siempre objeto de curiosidad por parte de...

Estaba en plena conversación, y desayunando con rapidez cuando mi profesor entró por la posada con un gesto un poco preocupado.

Acudí presto para saber qué quería.

-¡Buenos días...! - al ver mi mueca enfurruñada y molesta, fue directamente al grano - Verás... Tengo una pequeña tarea para ti hoy. Sé – mi queja era inminente cuando me comentó el motivo de aquella tarea – que hoy ibas a dedicar el día a estar con tu familia, y créeme cuando digo que quiero que así sea, pero ha habido un problema. Se ha encontrado un objeto muy extraño en lo alto de Bo-dam. Parece que emite energía mágica. Sé lo que piensas – de nuevo, se anticipó a mi nueva queja –, de hecho el Consejo ha sopesado esa posibilidad, pero, piénsalo. ¿Cómo va a ser una trampa? No estamos en guerra con nadie. Y nuestro pueblo no está amenazado por nada, ni tenemos noticia de que haya por las cercanías alguien que quiera hacer daño simplemente por gusto capaz de inventar una trampa.

»Así que te acercarás a por el objeto. Lo notarás nada más asciendas a la parte superior del precipicio, así que lo único que necesitas es seguir el rastro mágico. Sería una buena idea el practicar tu hechizo de levitación y...

A partir de ahí, mi mente voló para trazar un plan que me permitiera acabar la tarea lo antes posible para volver con mi familia. En menos de lo que me imaginé, me hallaba levitando hacia donde ya podía notar el origen de la piedra mágica. Tuve que caminar sólo un poco sobre la roca, que acababa metros más allá perdida en un bosque, hasta que...

Allí estaba. Sin duda, era aquella.

Me quedé maravillado por todos los tonos verdosos que irradiaba aquel mísero diamante en bruto. Cada una de sus perfectas aristas reflejaba la luz solar y, habiendo adquirido un nuevo tono esperanza de diferentes matices verdes, se proyectaba en miles de nuevas direcciones nuevas, multiplicando la belleza del paisaje. A pesar del festival de colores, la transparencia de la piedra era indiscutible. El mineral era de por sí precioso, e indudablemente de ensueño, pero lo que más me llamaba la atención era su pureza. La energía que manaba de él era pura, justo la energía que a mí más me hechizaba.

Todo lo que siempre quise al alcance de la mano...

Sin embargo, no era tonto. Primero hice un pequeño reconocimiento del lugar, y traté de encontrar la presencia de otra fuente de poder... Y no la encontré.

No era tonto. Al menos... no del todo.

Cuando mis dedos fueron a apoyarse en la superficie, sucedió mi perdición. Los colores del diamante se tornaron horriblemente rojos, para luego desaparecer.

La quemadura de energía me calcinó las yemas de los dedos, y grité tan fuerte como pude al notar el dolor. Un dolor que sólo era anticipo de lo que estaba por llegar.

Un sonido anormal me alertó. Era una mezcla entre el crujido de los troncos de un árbol al caer por culpa de una fuerza inmensa y el desplazamiento de una enorme mole por la superficie. El resto de sonidos quedaban ahogados ante la potencia atronadora de este ruido.

Mis músculos quedaron contraídos ante una corazonada. Me giré hacia el lugar de donde provenía el ruido. Mis suposiciones trascurrían como una serie de secuencias lógicas. Tenía el volcán justo a la espalda, al otro lado de la gran grieta en cuyas profundidades se hallaba Bo-dam, por lo que no podía ser que...

Por si acaso, olfateé el aire en busca del olor característico que, supuestamente, tenía que encontrar. Podía notar muchos olores, me costó poco tiempo clasificarlos según la teoría aprendida en el Templo, pero...

Ni rastro del característico olor a azufre.

Pronto descubrí, aterrado, que la temperatura del ambiente había crecido de forma notable. Casi comencé a sudar, pero no sabía si era por los nervios, por el calor, o por ambas cosas.

Sentía demasiadas cosas en ese momento. Así que lo único que me quedaba era esperar, y esperar...

Y esperar...

Hasta que llegase la respuesta, hasta que ante mis ojos se reflejó una inmensa masa de lava desplazándose a toda velocidad hacia mí...

Hacia el precipicio...

Hacia Bo-dam...

Hacia mi familia...

Quise correr. Quise darme la vuelta y apresurarme a avisar a mi familia, a mi maestro, a los magos. Quise intentar salvar al pueblo. Me negaba a aceptar que la lava había avanzado demasiado, que el plan de protección del pueblo era imposible de realizar en tan poco tiempo, que no iba a poder hacer nada.

Pero eran mis piernas las que tenían el poder ahora. Y eran las que se negaron a cualquier movimiento.

Cuando la lava estuvo a punto de abalanzarse sobre mí, levanté la mano derecha, aquella cuyos dedos se me habían quemado al tocar el diamante, como gesto instintivo para alcanzar la muerte con mayor rapidez.

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No sé muy bien cómo me salvé. Creo que, en un último intento por seguir con vida, mi subconsciente había invocado un hechizo que me protegió del fuego.

Desperté sobre una superficie con formas suaves, probablemente procedente de la solidificación del magma.

Al principio había tratado de, desesperado, buscar la fisura en la que el pueblo debía de estar; pero me fue inútil. El panorama era obvio: todo había sido engullido por aquel, ahora, pacífico y estúpido material grisáceo.

Luego, creí y deseé con todas mis fuerzas que ese no fuese el sitio que yo me había supuesto. Que me hubiese teleportado o algo así, yo qué sé. Pero el volcán, al oeste de la grieta de Bo-dam, seguía allí, entre las oscuras nubes.

Aquello estaba masacrado, y yo, peor aún.

No quedaba nada. Nada. Nada. Ni un recuerdo, ni un objeto, ni un alma. Nada.

Los momentos siguientes a mi despertar fueron de lo más desconcertantes, puesto que mi mente trató de borrarlos para ahorrarme dolor en el futuro. Sólo sé que lloré, volqué, rodé, pataleé y pegué puñetazos contra el suelo como si de un niño se tratase.

Un niño huérfano.

Al final, o al principio, qué más da cómo lo llamase, un rayo de luz – no de esperanza – borró toda idea de suicidio, al menos por el momento. La piedra, el día anterior, el mendigo cuyo poder había sentido...

En mi cabeza comenzó a cobrar sentido una idea, que había sido armada pieza por pieza.

Recordé la historia del chico que tenía el mayor poder jamás contado. Recordé a ese "alguien que quiera hacer daño simplemente por gusto".

Mi corazón pasó de estar alimentado por el fuego de la angustia a funcionar por las llamas de la venganza. Me levanté lentamente del suelo, y supe qué debía hacer. Supe a quién iba a perseguir, y a quien iba a tratar de asesinar. No sabía cómo, pero sabía que lo encontraría, y que podría ver en sus ojos de color carmesí y esmeralda el reflejo de mi triste mirada.

Sólo me quedaba algo por hacer allí.

Por medio de la magia, improvisé un pequeño tributo a los habitantes de Bo-dam, grabado en la piedra. Me encargué de que aquel tallado se repitiese cada 5 días, para que ni la lava, que había borrado mi vida, lo borrase. La última línea rezaba así:

Ni la lava nos hará olvidar
La triste historia de la ciudad arrasada
La ciudad que un día se llamó Bo-dam
La ciudad que del mundo quedó borrada.

He aquí uno que jura,
He aquí uno que afirma ser el Azufre
Para que algún día se consuma
La vida del que se baña en la podedumbre
De matar disfrazado de pobreza.

Así, juro no sesgar
Sino ensombrecer
No eliminar
Sino entorpecer
La vida de aquel a quien la culpa le pesa.

Por siempre.
Para siempre.



Antes de partir, comprendí que mi anterior nombre ya carecía de sentido. Mi nombre ahora sería Bo-dam. Sería el Azufre, el que anunciase la tragedia del chico de la mirada escarlata. Sería el que protegiese a todo el mundo de la amenaza. “Bo-dam. Bo-dam. Bo-dam...”

Repetí el nombre hasta que el sol finalmente se escondió de la noche, de mi corazón

jueves, 15 de enero de 2009

Hassack y Hasser 4 // Azufre I

Tras más de medio año sin escribir nada sobre Hassack y Hasser, al final me he decidido. Sin embargo, esta vez quiero añadir un nuevo personaje a el mini-relato de los hermanos, que, si habéis leído los tres relatos anteriores, sabréis cuál será la relación que los une enseguida. Eso sí, habrá una breve diferencia: Lo escribiré en primera persona, por probar algo nuevo.

Nada más. Un abrazo.

Azufre I



Otro día más en Bo-dam. La luz, filtrada finamente a través de las vidrieras de la posada, consiguió despertarme enseguida. Me revolví sólo una vez antes de levantarme de mi lecho, y me vestí presto para otro día más en el pueblo escondido en la montaña.

La montaña donde se hallaba situado Bo-dam era de una altura escasa. Sin embargo, la gente del pueblo se las había apañado pocas décadas atrás para construir sus casas de madera dentro de una profunda grieta que acababa en la nada, en un barranco, y se fundía con la oscuridad cada noche.

Así, al salir de la casita construida de inusual madera, comencé a pasear por los puentes colgantes que comunicaban las dos paredes rocosas, paralelas. De vez en cuando, aprovechando un poco los huecos que el viento había acabado haciendo por accidente en la fría piedra, aparecía erigida una casita de madera. Había cientos de casitas a ambos lados del precipicio.

Conforme acabé de cruzar el último de los puentes antes de llegar a mi destino, reparé en que La Entrada estaba más concurrida que otras veces. La Gran Casa de Madera - como otros la llamaban - era la entrada a la parte interna de la ciudad, que había aprovechado una cueva mucho mayor que la de las casas de madera para edificar un gran templo. Decían que era idéntico - de hecho, así se llamaba -, en sus formas de piedra imitando la madera, a otro templo, demasiado lejos como para permitirme conocer si eso era cierto. De todas formas...

Como no iba a saberlo nunca, luchaba por evitar la curiosidad. Formaba parte de mi entrenamiento como mago.

Intenté olvidar de inmediato las razones por las que había acabado abandonando mi familia, mudándome a Bo-dam con el único propósito de conocer el Templo Idéntico, para luego más tarde ser aceptado por el maestro Yauf.

No me sorprendió ver aquel típico tono gris indiferente en su mirada cuando, por enésima vez, había llegado tarde.

- Buenos días – pude articular.

- A practicar el hechizo de fuego.

El maestro me fue claro y conciso. De inmediato le hice caso, y, tratando de olvidar cada una de mis reflexiones, levanté la mano derecha y el hechizo comenzó a brotar por mi boca en forma de verbo, por mis manos en forma de energía, y por el aire en frente de mí en forma de fuego, tomando forma de esfera.

Yauf jamás lo habría reconocido – según él, para defender mi “joven e impoluta” mente de los pensamientos orgullosos –, pero había mejorado en aquel hechizo, y mucho. Yo no era un virtuoso de la magia, como aquellos hechiceros sobre los que yo mismo me había obligado a investigar en los libros, pero la verdad es que el trabajo y el afán de superación no era algo que me faltase.

Medio lustro casi hacía que me había ido a vivir a Bo-dam. Y todo me iba tan bien...

Cuando acabé de repetir una y otra vez el repetitivo hechizo y me disponía a irme del templo, reparé en un brillo en los ojos de mi maestro, uno que antes no había visto...

Aquello indicaba...

¿Ilusión?

Como respondiendo a este interrogante, una voz totalmente conocida para mí dijo una palabra que me hizo derrumbarme:

-¡Hijo!

En ese momento, mi corazón dio tal vuelco que pensé que iba a caer desplomado en cualquier momento. Me giré lentamente y miré aquellos ojos verdes, aquella sonrisa amable – que se había tornado amarga –, aquella nariz simple y aquellas manos, como siempre, extendidas hacía mí. De no ser por sus manos, aquellas manos sencillas, impotentes, no habría sacado las fuerzas de ningún lado para salir a su encuentro.

Hubiera querido haber dicho alguna palabra de reconocimiento, de cariño; de hecho, no sé si verdaderamente llegué a proferir algo a parte de aquel farfullo estúpido, pero mi gesto habló por si solo. Me fundí con mi madre en un ansiado abrazo.

Cuando el tiempo volvió a su curso, pude ver que detrás de mi madre también estaba mi padre, mi hermana, y mi abuelo. Un sabor salado comenzó a descender por mi mejilla y me llegó a la boca.

Tras saludarlos a todos, casi comenzamos a enfrascarnos en una conversación, en la que yo no paraba de hacer preguntas (“¿Cómo está Tidán? ¿Y Gluck? ¿Qué ha sido del viejo Fodi?”), y las respuestas eran siempre alegres, rápidas, entusiastas.

Al final, decidimos salir del templo para dirigirnos a la posada más cercana.

Durante el trayecto, fui contándoles aquello más relevante sobre la ciudad. Incluso, les dije la precaución fundamental de la ciudad, llegado el punto:

-... pero las formaciones de roca se deben principalmente al volcán que hay a varios pies de aquí. No os voy a mentir, no es un volcán inactivo, suele erupcionar con cierta frecuencia. Pero, ¡tranquilos! Este pueblo ha sobrevivido tanto por sus medidas de seguridad. Afortunadamente, minutos antes de que entre en erupción, siempre emite un fuerte olor a azufre, el cual es fácilmente detectable. Esto pone en funcionamiento un sofisticado plan que envuelve a magos, que crean un escudo para el pueblo, impidiendo cualquier daño que de otro modo...

Quedé callado enseguida al notar un mendigo con la espalda plantada en la pared del edificio. Pero no me llamó la atención la inusual presencia de un vagabundo en el próspero templo, sino su mirada.

De todas formas, como si fuese un acto involuntario que habría cometido con cualquier persona, le eché una moneda a los pies del chico, que andaba envuelto en innumerables capas de ropa. Le eché lo suficiente para comer y dormir ese día.

El comentario de mi hermana me increpó un poco. Con sólo una década y media de vida, y ya diciendo esas cosas:

-¡Para eso me hubieses dado el dinero a mí!

La mirada del mendigo se posó un instante sobre mi hermana. Juraría que, al mirarla a ella, sus ojos eran rojos como el fuego, y luego, al mirarme a mí, al que le había prolongado la vida un solo día, se tornaron de color verde. Sin embargo, después bajó la mirada y quedó oculto bajo su improvisada visera de piel.

Jamás olvidaría esa mirada, y lo que estaba a punto de sucederme.

domingo, 11 de enero de 2009

Trumpets, play sick lullabies!!

¡Bueno, bueno, bueno!

Feliz año a todos =)

Falto como estoy de recursos [No tanto =P] Voy a actualizar el blog con una entrada de mi Fotolog [http://www.fotolog.com/alvaroo_v] Espero que me perdonéis =) xPP Y que comentéis. :P

No, no, no y no

Ya he dejado de ser niño. Me es inevitable que algún día me canse de regocijarme en la estúpida infancia. Quiero dar, quiero regalar, y, sobre todo, quiero sentir a los demás. Quiero conocer el mundo, quiero saber de qué trata. Quiero dejar de pedir, de recibir, quiero dejar de descansar, de escuchar.

¡Quiero hablar, y gritar!

Quiero saltar, y llegar a volar. Quiero pensar, y quiero inventar. Quiero aprender y, sobre todo, quiero llegar a entender qué es la vida en realidad.

Quiero dejar las tonterías, quiero conocer a la gente, quiero amueblar mi propia mente, quiero tener autonomía.

Pero quiero tener una dependencia a los sentimientos de los demás, sus experiencias, sus gestos.

Quiero... quiero... quiero...

Ya no sirve esa palabra.

Porque voy a saltar, y llegaré a volar. Voy pensar, y voy inventar. Voy aprender y, sobre todo, voy llegar a entender qué es la vida en realidad.