martes, 12 de octubre de 2010

12ª

Aunque una incesta cantidad de veces tengo unas ganas atronadoras de escribir bellos textos con mil ideas ingeniosas, y componer melodiosas canciones con quinientas palabras inteligentes, hay otras veces que tengo unas incontrolables ganas de, con sólo una estúpida y corta combinación de escuetas palabras, hacer algo increíblemente bonito y suspicaz a la vez.

Claro, que ante la triste falta de un soporte impactante o incandescente, a uno siempre le sirve el apabullado uso de los adjetivos, salvavidas de la muerte.

Y ahora, esa preciosa frase cuya patente posee todo el mundo: Te echo de menos. Horrorosamente hablando. Divertidamente callando.

¡Maldita décimosegunda letra del abecedario puesta entre corchetes...!

Pero, estimada situación, ¿por qué demonios te me antojas tan familiar, si no tengo el más mínimo interés en casarme contigo?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me cago en tu ruina.. eres genial, joder!

Nunca me voy a cansar de decirte que tu manera de expresarte es genial! :)

Y el final.. ya me lo explicarás :P

Te quiere... alguien x)

sweetmemories dijo...

He vuelto alvaaaaaro :) ya mismo escribire algo, lo necesitto :) un besaaaaazo

espero q sepas con este laaaaargo comentario quien soy, lo pillas? :)