sábado, 24 de octubre de 2009

Una noche "como otra cualquiera"

Hoy es una de esas noches en las que, al escuchar una nota demasiado alegre, me apresuro a pulsar ►►▌, para volver a poner alguna otra melodía deprimente. Vaya, es uno de esos días en los que me da por pensar que la música debe de ir perfectamente sincronizada con mis sentimientos.

Hoy es una de esas noches en las que altero sistemáticamente las leyes de la matemática pura, y por más que potencio la variable "compañía" a números escandalosamente altos, el resultado siempre sale nulo.

Hoy es una de esas noches en las que el cielo es metáfora directa de mi vida. Y todo son certezas, salvo la confusión de no saber si A remite a B, o es B la que intenta remitir a A.

Hoy es una de esas noches que serán efervescentes en el futuro. Esta nueva certeza casi hace olvidar los efectos secundarios, en especial ese que empieza por pa y acaba por sotismo, pero al considerar y sopesar la valía de este ante los síntomas, dudo de si verdaderamente debería ingerir medicamentos tan ajustados.

Hoy es una de esas noches en las que no sé si deliro por tristeza o por atisbo de la misma, que se atreve a creerse sol al intentar alzarse sobre mi vida. Aún así, a diferencia de los amaneceres, puedo retroceder en cuanto vea esos tímidos pero tajantes destellos de lo que podría estar por llegar (El cenit te sigue quedando muy lejos, ¿eh?).

Hoy es una de esas noches en las que me pregunto si verdaderamente esas pinceladas de optimismo afectan positivamente a mi vida (Una cuestión un tanto irónica, ¿no?)

Hoy es una de esas noches en las que la duda predominante es si no debería hundirme en la miseria más absoluta para luego salir con fuerzas renovadas (o morir en el intento, que no quede explícita la terrorífica posible consecuencia del hecho), en vez de seguir intentando mantenerme a flote como sea, esta vez deshaogándome en una simple bitácora.

3 comentarios:

Atzura dijo...

Hummmm...
hacía mucho que no te escribía algo por aquí, pero es cierto que de vez en cuando me meto a echar una ojeada...

Tus escritos nunca me dejan indiferente, siempre hay algo que hace que sonría o que algo se remueva por dentro, y a veces hasta me siento identificada... =)

Eres genial escribiendo, un gran artista.

Un abrazo enorme Álvaro

cD dijo...

Mmm..

Sonríe cuando puedas y llora cuando lo necesites :)

Isabel Merino González dijo...

FLIPANTE ALVARO, FLIPANTE.