Pero yo mantendré la esperanza, y no te dejaré asfixiarte con el dogal que rodea tu cuello. Y encontraré fuerza en el dolor. Y cambiaré mis formas. Conoceré mi nombre cuando me vuelvan a llamar.
Porque tengo otras cosas con las que llenar mi tiempo. Tú coges lo que es tuyo, y yo cogeré lo que es mío. Ahora, déjame frente a la verdad que refresque mi mente rota. Vaya, que me ates a un poste y tápame los oídos; puedo ver ventanas y huérfanos a través de las lágrimas. Conozco mi llamada a pesar de mis culpas y a pesar de mis crecientes temores.
Pero yo mantendré la esperanza, y no te dejaré asfixiarte con el dogal que rodea tu cuello. Y encontraré fuerza en el dolor. Y cambiaré mis formas. Conoceré mi nombre cuando me vuelvan a llamar.
Así que sal de tu cueva caminando sobre tus manos, y mira el mundo puesto del revés. Puedes entender la dependencia cuando conoces la tierra del creador. Así que haz tu llamada de sirena, y canta todo lo que quieras. No oiré lo que tienes que decir.
Porque necesito libertad ahora, y necesito saber cómo vivir mi vida como se supone que he de hacerlo.
Pero yo mantendré la esperanza, y no te dejaré asfixiarte con el dogal que rodea tu cuello. Y encontraré fuerza en el dolor. Y cambiaré mis formas. Conoceré mi nombre cuando me vuelvan a llamar.
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