domingo, 31 de octubre de 2010

Apología

Impoluta dicha acarrea avalanzadas desdichas. Quien no lo sabe, es porque no lo siente; quien no lo siente, es porque lo sabe. Por eso lo entendía él, echado como se hallaba sobre las sábanas, mientras estupefacientes gráficos colgaban de las paredes e intensos sentimientos colgaban de un madero, sus caras desfiguradas en una mueca mezcla de asombro y entusiasmo, y sus manos aferradas a la soga con la que pendían.

Hay cosas que sabe todo el mundo, y es obvio que lo que todo el mundo sabe, se vuelve realidad - ¡bendita cualidad creadora del hombre robada de lo divino! -. Una de estas grandes verdades universales es la que dice que el amor es el hermano gemelo de la odio. ¡Obvio, pues que la gente se horrorice ante el incesto!

En realidad, es como el sonido "agradable" de una batería, llena de golpes que se dan en el instante preciso, y asíncopas que se introducen con la sutileza propia de un ingeniero. Pero es que... ¡Suena hasta bien, todo ahí junto!

¿Entonces? ¿Incesto o armonía?

martes, 12 de octubre de 2010

12ª

Aunque una incesta cantidad de veces tengo unas ganas atronadoras de escribir bellos textos con mil ideas ingeniosas, y componer melodiosas canciones con quinientas palabras inteligentes, hay otras veces que tengo unas incontrolables ganas de, con sólo una estúpida y corta combinación de escuetas palabras, hacer algo increíblemente bonito y suspicaz a la vez.

Claro, que ante la triste falta de un soporte impactante o incandescente, a uno siempre le sirve el apabullado uso de los adjetivos, salvavidas de la muerte.

Y ahora, esa preciosa frase cuya patente posee todo el mundo: Te echo de menos. Horrorosamente hablando. Divertidamente callando.

¡Maldita décimosegunda letra del abecedario puesta entre corchetes...!

Pero, estimada situación, ¿por qué demonios te me antojas tan familiar, si no tengo el más mínimo interés en casarme contigo?

¿Cómo anda la burra? / Comment allez-vous?

Hay algo que no entiendo. De hecho, es algo que detesto. ¿Lo digo?... Odio nuestro pasado. Odio que consiguiésemos tantas cosas juntos, y odio que pudiésemos pasar las horas muertas contando viejas batallitas.

También estoy harto de saberme inútil. De saberme inútil, y de comprender que haga lo haga, diga lo que diga, y escriba lo que escriba, será ajeno a ti. Interpretaciones varias, ignorancias concretas y experiencias pasadas serán los detonantes de una existencia inventada de un conducto que una ambos conductos auditivos, para que tus los sonidos preferidos proferidos por mí puedan pasar sin obstáculo por ellos.

Sinceramente, has muerto. Ya no se puede hacer nada, y yo lo sé. Lo que me insatisface es el saber que ¡tú sabías desde antes que tse habías muerto! ¡Menuda incongruencia!

Así que la negligencia médica viene a ser, en el mejor de los casos, la escapatoria fiscal más evidente. La finanza a pagar multiplica por un número elevado al negativo los sentimientos sentidos.

Mira, no voy a obligarte, pero te pediría por favor que las capas superiores de la litosfera dejasen de ser tan sobresalientes, para iniciar una perforación urgente. La energía geotérmica, aunque creas que no, puede ser una auténtica alternativa en lo que a producción de energía se refiere. Agotada la energía auditivoespontánea, quizá lo más fácil fuese comenzar la preparación para la central encargada de explotar la energía del interior (de la Tierra)

¡Que te lo estoy avisando! Que la energía nuclear a veces acaba en tragedias que, lo creas o no, acaba con vidas humanas... y deteriora otras posibles vidas futuras.

¿Y cómo decía esa canción del grupo homófono del amante secreto? Sí, sí, esa emplazada en la unidad de tiempo estándar del sistema internacional del álbum de los ojos completamente nuevos... =)