domingo, 9 de diciembre de 2012

La cueva, Mumford e hijos.


Hay vacío en el valle de tu corazón. Sale el sol, mientras tú caminas alejándote de todos los temores y las culpas que dejas atrás. La cosecha no te ha dejado comida que comer. Caníbal, carnívoro, ya lo ves. Pero yo he visto lo mismo, conozco esa sensación de culpabilidad en tu derrota.

Pero yo mantendré la esperanza, y no te dejaré asfixiarte con el dogal que rodea tu cuello. Y encontraré fuerza en el dolor. Y cambiaré mis formas. Conoceré mi nombre cuando me vuelvan a llamar.

Porque tengo otras cosas con las que llenar mi tiempo. Tú coges lo que es tuyo, y yo cogeré lo que es mío. Ahora, déjame frente a la verdad que refresque mi mente rota. Vaya, que me ates a un poste y tápame los oídos; puedo ver ventanas y huérfanos a través de las lágrimas. Conozco mi llamada a pesar de mis culpas y a pesar de mis crecientes temores.

Pero yo mantendré la esperanza, y no te dejaré asfixiarte con el dogal que rodea tu cuello. Y encontraré fuerza en el dolor. Y cambiaré mis formas. Conoceré mi nombre cuando me vuelvan a llamar.

Así que sal de tu cueva caminando sobre tus manos, y mira el mundo puesto del revés. Puedes entender la dependencia cuando conoces la tierra del creador. Así que haz tu llamada de sirena, y canta todo lo que quieras. No oiré lo que tienes que decir.

Porque necesito libertad ahora, y necesito saber cómo vivir mi vida como se supone que he de hacerlo.

Pero yo mantendré la esperanza, y no te dejaré asfixiarte con el dogal que rodea tu cuello. Y encontraré fuerza en el dolor. Y cambiaré mis formas. Conoceré mi nombre cuando me vuelvan a llamar.

jueves, 14 de junio de 2012

JuniJuli

Putamierda de noche, no hago más que pensar, y pensar, y pensar. Y pensar en cosas que no tienen solución, en situaciones que no se pueden cambiar, en la ausencia de posibilidad para hacer algo más allá que quedarse parado y esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos. En dejar que el presente que tanto he amado ahora se llame "pasado", así, sin más, sin nada que hacer, sólo con posibilidad de quedarme mirando y decir "ok". Cero muertos. Y tanta ausencia. Ausencia, personal, material, inmaterial y contextual. Que no se repite, que no se regresa, y sin embargo todo me pesa, como una carga que llevas gustosamente porque no llega a ser carga, aunque eso sí, acompañadita de un campo magnético. Y así es, sabes un poco de eso, te acuerdas un poco de eso, y afirmas casi (¡casi!) con orgullo que eso forma parte de tu ayer. Una materia estúpida y aburrida. Te da igual que haya pasado a pasado y ya no se presente como presente.

Lo que sí te preocupa, sobremanera, bajorelieve, es que se trate de seres humanos, transfigurados en entes humanos de cualidades y recuerdos, lo que pase a formar parte de un pasado partido aparte.

No os obligo a ser futuro, no, sólo quiero que seáis, al menos, presente, quizás, realmente.

lunes, 28 de mayo de 2012

Paradigm Shift

"Un cambio de paradigma es un cambio en los supuestos básicos, o paradigmas, dentro de la teoría dominante de la ciencia. Contrasta con la idea de ciencia normal.
Un paradigma es lo que los miembros de una comunidad científica, y sólo ellos, comparten. A diferencia de un científico normal, un estudiante de humanidades tiene ante sí una serie de soluciones competitivas e inconmensurables a estos problemas, soluciones que en última instancia debe examinar por sí mismo. Una vez que un cambio de paradigma se ha completado, un científico no puede, por ejemplo, rechazar la teoría de los gérmenes y plantear la posibilidad de que el miasma causa las enfermedades, o rechazar la física moderna y la óptica postulando que el éter transporta la luz. Por el contrario, un crítico en Humanidades puede adoptar una serie de posturas (por ejemplo, crítica marxista, crítica freudiana, deconstruccióncrítica literaria al estilo del siglo XIX), que pueden estar más o menos de moda durante un período determinado, pero que son todos considerados legítimos"

Dualcasting/Slash&Burn

jueves, 22 de marzo de 2012

Metalingüística y fobia.

-¿Te sientes más guay por empezar una entrada en el blog con un diálogo?
-Lo hace mucha gente. No es sentirse guay. Es lo que pide el cuerpo.
-¿Y por qué escribes todo en segunda persona?
-Es más ameno. Ameno, pero no de guay, sino de fácil.
-¡Ahá! ¡Reconoces que es más fácil, entonces!
-¿Algún problema con ello?
-Nada, nada... Bueno, ¿y qué me dices del título? ¿No es suficientemente pedante como para replanteártelo?
-Puede parecerlo, pero si se trata de huir precipitadamente de todo lo que suena así en un principio, sólo por lo que la forma sugiere, entonces, ¿no se estaría cayendo en el mismo error de aquel que sólo busca una forma para parecer, como tú dices, guay?
-Has soltado un parrafazo de pedante.
-¿Haces críticas normalmente?
-Claro.
-Pues cállate.
-¿Que me calle? ¡Tu blog está aquí para algo, si está publicado, estás expuesto a las críticas!
-Y tú estás aquí para que te calles.
-¡Me he encontrado a mucha gente como tú, siempre motivándose y creyéndose los dueños y señores de todo, que pueden decir de todo y luego no quieren oír nada!
-Habla chucho que no te escucho.
-¡Cómo! ¡Ahora resulta que empleas frases que tienen copyright, así, tranquilamente!
-Ahora me ducho y no te escucho.
-¡Madura de una vez y enfréntate al mundo!
-¿Me estás espiando en la ducha?

Mañana por la mañana.

Cosas que tengo que hacer mañana por la mañana:
-Darle de comer al perro.
-Perrear.
-Ganar unas cuantas perras.
-Evitar que me entre la perrera.
-Ponerme perraco (?)

lunes, 20 de febrero de 2012

Melgarejo


¿Sabes lo que veo cuando me fijo en esos gigantescos recipientes cilíndricos de las cooperativas de aceite? Te va a sonar a chorrada, a tontería, pero me fijo sobre todo en las escaleras que hay. Todas esas pasarelas que comunican cada uno de los recipientes, e incluso en la parte superior de los cilindros. Cualquiera puede escalarlos, llegar a la cima, y pasearse por las pasarelas pasando con paso decidido. Se repite, sí, es a posta.

La reflexión es igualmente estúpida, te lo aseguro; o al menos yo lo veo así. Pero no puedo menos que compartirla contigo. A ver, mira los cilindros. Esos recipientes están ahí para algo. Llenísimos de aceite que andan, ¿entiendes? Se pensaron para eso, y así están. Lo de las pasarelas es algo accesorio, sirve, qué sé yo, para que los encargados de mantenimiento se suban a limpiar, o para que metan unos tubitos por algún agujerito y comprueben la calidad del aceite. Eso da igual, porque ahora por lo que molan los cilindros es por las pasarelas y las escaleras y la cima y el horizonte que se te abren cuando oteas en derredor. Los olivos, debajo, el cielo, arriba.

Entiéndase.

¿En qué lugar del mundo es donde más se produce aceite?

martes, 31 de enero de 2012

Ende.

Las cosas nunca habían pintado mejor para Sebastián.

Se la encontró caminando por alguna de esas calles de Madrid y ¡Mierda! Vaya patata de inicio. Parece que estoy haciendo alusión a drede a una de esas canciones que alguien que escriba en un blog debe odiar... 


Bueno, va, lo dejo así...
Se la encontró caminando por alguna de esas calles de Madrid. Se fue acercando, desde lejos, mientras el frío otoñal hacía que las hojas otoñales caídas por el otoño lamiesen el suelo lleno de hojas otoñales. Era otoño (Su época del año favorita junto con el FIB). Conforme se acercaba, iba observando cada parte del ser de la chica. Nunca había visto nada así. Sus largos cabellos rubios se hallaban recogidos en una coleta bien alta que llevaba metida dentro de un gorro marrón (como el otoño) con pompón (como el otoño). Sólo dos mechones se salvaban, muy casualmente cayendo por cada lado de su frente, encontrándose muy casualmente con unos ostentosos cascos retro rojos escarlata metálicos retro alternativos cuadrados retro.

En ese preciso momento, la chica se hallaba inclinada, sosteniendo aquella preciosa Canon EOS 1100D + EF-S 18-55mm DC III XP Professional, con la que tomaba fotos de unos dulces patos que fortuitamente se hallaban en aquel estanque bajo aquel cielo nublado otoñal (era otoño). Justo cuando ella tomaba la última de sus fotos, Sebas se le acercó por detrás, y con una sonrisa interesantísima posó sus manos sobre las de ella. Ella se sobresaltó, y le contempló con una mezcla entre sorpresa y ternura (era otoño).

Sebas se sorprendió de aquellos bellísimos ojos color marrón mierda, y le dijo algo tan precioso que se sorprendió de sí mismo:

-Cómo querría fotografiar tus ojos...

La chica, cuyo nombre aún desconocía pero ansiaba conocer con resultados eróticos, le sonrió, y aseguró:

-Oh... no son gran cosa, en realidad...

Sebas negó con la cabeza. Se armó de valor, y le pidió que se alejase un poco, observando el estanque de agua que estaba frente a ella. La chica, angustiada por la situación (porque le daba mucha vergüenza que alguien le reconociese ante su cara que era bellísima), sonrió natural y dulcemente. Entonces fue cuando Sebas cogió su cámara y enfocó a la chica. No pudo menos que sonreír orgullosa y pendantemente dulcemente ante la exclamación de sorpresa de la chica:

-¡¡Tienes una Polaroid PIC-1000!!

Justo capturó esa expresión de sorpresa de la chica. O mejor dicho, de su ojo de color increíblemente curioso. La cámara instantánea imprimió al instante la foto recién tomada. La chica se acercó y cogió la foto.

-¡Oh! ¡Vaya!

Sebas respondió, contrariado:

-¿Qué?

-La foto... ¡ha... salido borrosa...! Habrá que repetirla...

Sebas no podía creerlo. Dentro de sí comenzó a surgir una ira que sabía que tenía, pues a menudo afloraba por su piel como aquellas hojas del bosque que se caían en otoño, pero al revés porque él no se caía.

- ¿¡BORROSA!? ¿¡Y POR ESO, REPETIRLA!? ¡¡NOOO!! ¡¡SOIS TODOS IGUALES!!

La chica se asustó, contrariada. Sebas cogió la foto de la chica y la lanzó contra el estanque, pero como pesaba poco y había un gran viento otoñal, la foto viró en el aire y cayó como las hojas del otoño en esa época del año. El chico salió corriendo, mientras lloraba. No lloraba por la chica, en absoluto. Había algo mucho más importante que ella. Lloraba, por su verdadero amor, por aquella por la que él llevaba enamorado tantos años desde hacía unos meses: La fotografía.

Cuando llegó a casa, tras la gran caminata del parque de al lado de su casa a su casa, encendió el ordenador. Estaba enfadado, pero debía hacer lo que tenía que hacer. Tras pasar varias fotos de su otra cámara al iMac, y tras retocarlas brevemente con el efecto Polaroid, el difuminado, color semisepia, tono besugo, iluminación angostosa y high-qualitypicseffect.expertsonly!, las subió a flickr y a unos trece sitios más.

Sólo entonces encendió el tuenti. No para subir fotos, obviamente, pues la calidad de las fotos al subirla al sitio era enormemente detestable. No, había llegado allí para algo, sin embargo, de igual importancia que la de promulgar su arte. Se unió a varias páginas... La primera, la segunda, la tercera, la cuarta, la quinta... Hubo muchas más, pero no por ello dejó cada una de ellas dejar de ello, de ser importantes.

Sebastián había hecho lo que debía hacer. Sabía que, tarde o temprano, tantísimo trabajo iba a traer sus resultados.

Las cosas nunca habían pintado mejor para Sebastián.

Y así es como se consiguen unas cuantas visitas en tuenti y en un blog. Un saludo, besos, no me odiéis.

sábado, 7 de enero de 2012

Lo que me sugiere.



Hogar es una palabra que empiezas a entender cuando tienes dieciocho.