miércoles, 30 de noviembre de 2011

De testo

Es tranquilidad, o decepción, es lo mismo. Te aseguro que detesto darme por aludido sin ser llamado, odio sentir que he comprendido lo que no me han explicado. Todo en realidad consiste en expectativas, objetivos, que al final convergen de la realidad. Es un juntos podremos transformado por quiénsabequé acontecimientos en un triste meequivoqué. No entiendo en absoluto el principio, el final, pero sí los acontecimientos intermedios, los detestables, los ilusos. El iluso, yo, más no el dolido, pues eso sólo ayudaría a añadir tierra al mismo recipiente. Sabes que no me gusta ser el esto o el este.

Ahora es cosa mía, y eso es lo que también me aterroriza, en parte. Eso sí, todo suena a un hasta luego, una despedida a corto plazo que en realidad, pensado con detenimiento, tiene sentido. Luego. Más tarde.

Cuestión de cortesía, ¿qué modales o maneras ha de seguir el escritor? ¿Comportamiento? No es una pregunta triste, es una pregunta lógica, protocolaria y totalmente aceptable.

¿Te das cuenta? De todo. Te das cuenta. ¿De todo?

lunes, 14 de noviembre de 2011

Sobre dos de los verbos españoles más usados

"Me gustas" no es en absoluto lo mismo que "te quiero". "Me gustas" es más egoísta, aunque usa al segundo/a como sujeto, y aunque en un principio nos podría parecer enormemente más cariñoso, es más impersonal. Pueden gustar cosas, pueden gustar personas. Es una revelación, desde luego, el cerebro decide revelarle la información a la otra persona, y pretende una respuesta en el otro, se quiera personalmente o no. Sin embargo, y esto no es nada nuevo, "te quiero" es más tremendista. Simbólico. No es el cerebro quien lo programa, sino que sale solo, y si es la primera vez que se profiere, cuesta todavía más que salga que un simple "me gustas". No es una emoción primaria, simplista, a la que se refiere, sino que el "te quiero" llega a algo más amplio, y aunque a la vez es menos egoísta, y aunque consiste más en un acto de entrega, al mismo tiempo se olvida del segundo/a en un aspecto: No busca respuesta. Se desea, no se busca. ¿Quién va a responder "yo no te quiero" a alguien que ha dicho "te quiero"? Sólo se nos puede ocurrir el momento en el que una pareja medio discute, en plan pichurri; el chico acabará diciendo un vomitivo "jo, te quiero", y la chica le responderá con un "pues yo no te quierom" - así, con la eme, y con la boca chica -. Pero, ¿en qué otra situación? Ahora, que la respuesta a un "te quiero" puede ser alucinantemente terrorífica. Por eso nos atemora afirmar tal frase, tal texto - ¡que tiene sentido completo! -, de tal magnitud incommesurable. Habrá que decirla en el momento y lugar oportunos. Por no hablar de la persona.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Ya hace frío para ponerse gorro

Te consideras un bohemio, porque ves todos esos tuits de tanta gente obsesionada por que llegue el mal tiempo, y de buenas a primeras te das de bruces con una pantalla de frío al salir al gris, y ya está: Ahora resulta que a ti te encanta el mal tiempo. Así, como si nada. Y te dejas llevar por el yo qué sé, el qué se yo y lo que el viento se llevó, y te pones a recoger estúpidas - estás obsesionado con esa palabra - hojas de árboles debiluchos. ¡Joder! Y dejan caer las cosas, así, como si nada, las hojas, porque sí, por las espaldas. Y claro, obvio, piensas en qué animal pasará menos frío, y piensas en la lana. Y ya te sientes guay. Claro, que coges el gorro. Así vas a impedir que el frío otoñal te fría los sesos, a base de protección. Sí, en efecto, esperas que sirva para darle calor a la mente, resguardarla de la lógica el frío, pero, demoños, aún así me lo sigo quitando en lugares íntimos cerrados.

Va, desde que llegaste, lo supiste. Te gusta Madrid.

domingo, 2 de octubre de 2011

Otra vez

Si tan triste es la entrada, ¿por qué demonios ha de adornarse de manera sistemática por duendecillos de cristal que echan la pota en forma de arcoiris al saber que su tamaño y el material del que están hechos son meros adornos tras los cuales se camufla sin éxito tímidamente la verdad y el espléndido mensaje en potencia. Sé que desearías en muchos momentos darte por aludida en numerosas publicaciones del silencioso. Atrévete a preguntarme que qué tal me va. Te lanzo el reto. Prometo no sacar el tema una vez lo hagas, prometo no atribuirme el logro de haber conseguido tan ansiada hazaña. Va, y nada de orgullo. Prometido. Pero hazlo. En el fondo, tengo ganas. Oye. Que esta vez sí puedes darte por aludida. Joder. Hazlo. No seas orgullosa, igual que yo tampoco lo he sido.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Recuerdos.

Que te arropen.

lunes, 29 de agosto de 2011

Regalárselo

¿Sabes? Yo creo que la música es algo estupendo. ¡Vaya si lo es! No sé... hay tantas y tantas canciones que se ofrecen como regalo... ¡No hay más que ver la gran cantidad de canciones que hay cuyo título es el nombre de la persona a la que van dedicadas! Y a menudo se hacen regalos como CDs de música, o se dedican canciones en los conciertos. Pero lo más asombroso de la música, lo que hace a la música una cosa tan alucinante, es que no sólo ella puede ser usada como un regalo. Déjame iluminarte, que nosotros estamos constantemente haciéndole regalos a la música. ¡Qué gustazo tiene que sentir cuando le regalamos nuestra vida, cuando le damos nuestros recuerdos, cuando nosotros mismos imprimimos todos los sentimientos de un momento a una canción! Ahí es cuando la canción crece, cuando se puede re-regalar, cuando multiplica su valor hasta límites insospechados, pero sí escuchados.

jueves, 25 de agosto de 2011

Don't you remember

¿No te acuerdas de todo? El sabor, el olor. La ridiculez extrema de las circunstancias, y aquella sensación de tener el futuro al alcance de nuestras manos... Nuestras manos, entrelazadas, y nuestros corazones sospechosamente ansiosos y sin asustarse de las casi inexistentes similitudes que ensombrecían los sentimientos. O al menos, lo intentaron. Latentes siguen, incansables, como tú lo has estado desde el principio al fin, y como yo he estado desde el fin hasta el principio del fin. Y, sin embargo, han quedado aplastados, sepultados bajo tierra de cultivo intelectual y lógico. Enterrados, vivos, que al final... se asfixiarán, si no les da un ataque al corazón al saberse en la situación en la que se encuentran. Y ahí, la tienes, no eres tú, sino ella la que está hablando ahora. Lo he hecho, y lo sabes, sabes que ahora quiero fotografiar los labios de ella con mi boca, mas te pido que recuerdes. Y que te alegres. Please, remember.

Lo estuve. Lo estuve. Te lo juro, que lo estuve.

miércoles, 8 de junio de 2011

Sobre la libertad de expresión.

Damas y caballeros. Hay veces que sucede que se repite un hecho a menudo y aún así es digno de mención y análisis. Uno de esos hechos, es que estoy indignado. Indignado, porque en nuestro mundo del todovale hasta los necios pueden encontrar una razón para su cumportamiento.

Dichos necios, a lo largo de su vida sexual (el alarde de su supuesta longevidad está servido), al verse en una situación poco decorosa, siempre, absolutamente siempre han tenido la despampanante capacidad de expresar a voz en grito la diferencia entre las dimensiones reales y las que ellos/as tienen establecido como patrón en su mente, obviamente infinitamente superiores a lo propio. Efectivamente, los impresionantemente amplios armazones de las mejores flotas norteamericanas tienen nada que envidiar a este mecanismo de defensa tan efectivo que, sin embargo, tiene unos errores que ponen en entredicho el potencial del ejército al que albergan.

Así, por mencionar otro pequeño dato casi irrelevante sobre estos cretinos, cabe destacar la dura situación familiar en la que se hallan, y, oh, qué pena, esto influye de manera decisiva en su forma de actuar. ¡Por supuesto que si no hubiesen vivido esto, serían personas totalmente diferentes; personas buenas! Seguro que nadie es capaz de conocer un caso en el que, en las mismas circunstancias que estos capullos, hayan podido salir adelante perfectamente. ¡Noooo! ¡Por supuesto que no!

Eso sí, la dualidad y la hipocresía está servida. Es cosa de cara o cruz, por supuesto, así que espérate encontrarte tanto con la parte prepotente del sujeto como con la parte penosa del mismo. No, perdona, no me he expresado bien, obviamente que la primera siempre está presente... la segunda es especial, sirve como recurso para mantener la imagen de perfección mantenida hasta el momento con una cosa de esas que te lo sujeta todo y encima ni se ven los tirantes, o como una de aquellas "prendas" que no permite que se escape nada y que encima deja el culito del niño suave y sedoso.

¿Y cuál es el no-va-más? ¿La perfección absoluta? ¿El principal motivo de la indignación apoteósica que invade al escritor? ¡El escudo multiusos! Efectivamente, ese es: La libertad de expresión. Exactamente, como en la tele, estos capullos sofistas son capaces de emplear la regla, políticamente acordada como buena por todas las naciones de este mundo, en su propio beneficio.

Así que déjame que te comente, belleza (Con todas las connotaciones negativas que sabéis que esto puede tener), que la libertad de expresión puedes pasártela por el forro, o por la engalonada careta que eres capaz de ponerte todos los días cuando sales por la puerta de tu casa. A ver si te enteras, o al menos tus padres quieren intentar explicártelo (con guarnición de bofetada de acompañamiento), que una opinión se dice, pero se muestra la cara con orgullo para mostrar las buenas intenciones. ¿Que no? Pues guapito "o" guapita, te cojes un metro y medio de alambre (se suele vender en ferreterías, creo, no creo que cueste mucho dinero si el alambre es de calidad media), haces 2 bolas con él, le cortas unos trocitos (para que pinche un poco) y te lo metes en los dos orificios más directamente implicados con el sistema digestivo. El superior, para que te cueste algo más proferir gañanadas. El inferior, por diversión del propio escritor y del mundo.

~~~~!!OFERTA¡¡¡¡¡¡¡¡~~~~
Ahora gratis recursos didÃ&08cticos gratis para que el alumno pueda aprender nuevas técnicas gratis gratis.

domingo, 8 de mayo de 2011

Desorden

¿Por qué se me antoja
tan dulce tu voz?
¿Por qué mencionarte
me hace caer en lo mismo
sueces, cucadas
productos vomitivos
condenados por la razón?
¿Dónde está ésta ahora?
¿Sucumbió el plan al destino?
¿Le ganó el sexo al amigo?
¿Se ha disuelto el te en el vino?
¿Se puede amar a todos los vivos?
¿Desde cuándo es esto
sustituto del café?
¿Quién le dió Morfeo
la licencia para ejercer
de un cupido tan atento?
¡Déjame solo, que no lo entiendo!
¿La risa sucumbió al lamento?
¿Quién controla el sentimiento?
¿Quién disfraza el fantoche?
Cómo odio la noche...
¡Imagina, pues, los días largos!
Será por eso que la lluvia toca;
incesante, todavía moja
el sentimiento amargo
Y ya ha descompuesto el sol,
¡puedo ver cómo desemboca!
¿Por qué se me antoja
tan dulce tu voz?

domingo, 10 de abril de 2011

Sobre eso de ser joven

¿Quién les dio la licencia a los adultos para hacer predicciones? ¿Un anciano oráculo que había vivido su vida lo suficiente como para comprender la naturaleza de los acontecimientos humanos? ¿O fue acaso un enérgico trotamundos al que la fugaz experiencia y su contraste le ayudó a configurarse como el único capaz de predecir? ¿Y qué me dices del relativamente joven erudito, a quien la exhaustiva lectura de los manifiestos y escritos le han dado el juicio necesario para preconizar actitudes? ¿Quién los creyó? ¿Quién los creó? ¿Cómo fueron capaces de entender que su conocimiento era 100% fiable? ¿Quién les hizo atreverse a enfrentarse al afán inmortal de los adolescentes? ¿Cuánto se les pagó para meterles al resto de los adultos esas ideas? Y, lo que es más importantes... ¿Por qué no pidieron derechos de autor ante una posible proclamación posterior de sus afirmaciones? ¿Acaso pretendían encasillar la vida en unos límites insalvables? ¿Qué sintieron cuando fueron ellos los que entendieron en su propia carne (leáse: circunstancias) que las cosas cambian en la adolescencia? ¿Qué pensaron cuando se vieron impotentes ante ello?

Lo siento, pero yo les cedo los derechos de autor a ustedes. Yo no quiero decirle eso a mis hijos. Si tiene que suceder, que suceda. Si no sucede, me alegraré.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Para los tolerantes intolerantes =)

¿Quién lo dice?
¿Quién lo ama?
¿Quién predice
quién se muere
y quién se salva?

¿Cómo dices?
¿Cómo hablas
teniendo aprendices
que te deben
su pensamiento y hacha?

Que para vencer
contra la potencia
No hace falta transformarse
en la operación contraria.
¿Y qué vas a hacer
con tu gran herencia
si tus amigos yacen
sofocados por la inconstancia?

Saca la ira
Saca la rabia
Que los peos que te tiras
Los huelen en Arabia

(N del T: Parece ser que el autor no fue capaz de contener su intención de describirlo todo detalladamente. Aún así, esos últimos versos parecen tener una fuerte carga metafórica con significado no tan oculto)

martes, 22 de febrero de 2011

Handwriting - Soda Rise

I know the track
I know the game around your name
I know the consequences of an auto-induced
loneliness

I watched your back
and not your face
you know that after that
it became too late

I won't recognize my own handwriting!
I won't say it's mine, my own handwriting!
A piece of chalk put in my hand
but there's no empty space left
in the blackboard hung on your heart
on your heart

So let's define
is this disease of just the time
to put things on the places our relationship
first used to be

I watched your back
and not your face
you know that after that
it became too late

Oh, your heart
Already covered by thousands
of handwritten SOS

I won't recognize my own handwriting!
I won't say it's mine, my own handwriting!
A piece of chalk put in my hand
but there's no empty space left
in the blackboard hung on your heart
on your heart

I won't recognize my own handwriting!
I won't say it's mine, my own handwriting!
Oh, your heart
Already covered by thousands
of handwritten SOS

I won't recognize my own handwriting!
I won't say it's mine, my own handwriting!
A piece of chalk put in my hand
but there's no empty space left
in the blackboard hung on your heart
on your heart

miércoles, 19 de enero de 2011

¡Piratas! (Soneto pro/diáfano)

No ansío la falsa libertad
vil y tristemente prometida,
¿quién la mantiene protegida?:
Complejo de superioridad

En realidad, odio el gran mar
intensamente amplio y profundo.
Me asustan los cambios de rumbo;
también el maquillaje de más.

Y ahora grito: ¡Barco, tú, valiente!
¿A dónde demonios nos piensas llevar?
Ni a la vida, ni tampoco a la muerte.

Qué lejísimos que nos queda eso ya
Sólo queda la moneda y la suerte
De que el camino nos logre separar.