¿No te acuerdas de todo? El sabor, el olor. La ridiculez extrema de las circunstancias, y aquella sensación de tener el futuro al alcance de nuestras manos... Nuestras manos, entrelazadas, y nuestros corazones sospechosamente ansiosos y sin asustarse de las casi inexistentes similitudes que ensombrecían los sentimientos. O al menos, lo intentaron. Latentes siguen, incansables, como tú lo has estado desde el principio al fin, y como yo he estado desde el fin hasta el principio del fin. Y, sin embargo, han quedado aplastados, sepultados bajo tierra de cultivo intelectual y lógico. Enterrados, vivos, que al final... se asfixiarán, si no les da un ataque al corazón al saberse en la situación en la que se encuentran. Y ahí, la tienes, no eres tú, sino ella la que está hablando ahora. Lo he hecho, y lo sabes, sabes que ahora quiero fotografiar los labios de ella con mi boca, mas te pido que recuerdes. Y que te alegres. Please, remember.
Lo estuve. Lo estuve. Te lo juro, que lo estuve.
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