miércoles, 26 de octubre de 2011

Ya hace frío para ponerse gorro

Te consideras un bohemio, porque ves todos esos tuits de tanta gente obsesionada por que llegue el mal tiempo, y de buenas a primeras te das de bruces con una pantalla de frío al salir al gris, y ya está: Ahora resulta que a ti te encanta el mal tiempo. Así, como si nada. Y te dejas llevar por el yo qué sé, el qué se yo y lo que el viento se llevó, y te pones a recoger estúpidas - estás obsesionado con esa palabra - hojas de árboles debiluchos. ¡Joder! Y dejan caer las cosas, así, como si nada, las hojas, porque sí, por las espaldas. Y claro, obvio, piensas en qué animal pasará menos frío, y piensas en la lana. Y ya te sientes guay. Claro, que coges el gorro. Así vas a impedir que el frío otoñal te fría los sesos, a base de protección. Sí, en efecto, esperas que sirva para darle calor a la mente, resguardarla de la lógica el frío, pero, demoños, aún así me lo sigo quitando en lugares íntimos cerrados.

Va, desde que llegaste, lo supiste. Te gusta Madrid.

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