-Créeme si te digo que la etapa que vas a empezar ahora va a ser de las más importantes de tu vida. Nada que hayas escuchado parecerá tener sentido, ni nada que aprendas te servirá para el futuro. Autosuficiencia es la palabra clave.
-...
-Qué pena me das, si te digo la verdad. En cada uno de tus poros sudorosos se presiente tu miedo a esta nueva etapa. Sin embargo, te afanas en taparte, te crees que lo mejor es imitar aquel atuendo de un nómada del desierto, sin darte cuenta de que de esta forma imitas aquello que más temes: No tener un hogar fijo.
-...
-¡Serás tonto! Pero si no eres de ese clase de persona... O al menos eso intentas creer todo el rato. Que de verdad marcas huella en la gente. Al fin y al cabo, es lo que siempre te han dicho; ¿por qué te cuesta tanto creerlo? No eres como otras personas, no puedes guardar demasiado rencor. Y tú y yo sabemos de quién estamos hablando, ¿no?
-...
-Ahá... ¿Y qué te preocupa tanto de ella?
-...
-Oh, eso ha sido francamente cruel. Tú no eres mejor que ella, no tienes más amigos que ella, no eres más listo que ella, no tienes más creatividad que ella.
-...
-Bueno, quizá esa sea su forma de ver la vida. Quizá ella está a gusto así, quizá ella esté a gusto de una forma con la que tú jamás podrías conformarte. De todas formas, ¿qué me quieres decir sobre este tema?
-...
-Pues allá, tú, es tu decisión. Eres humano, es normal que permitas que te digan esa palabra de 6 letras que ya con solo ser pronunciardas endulzan el corazón de las personas.
-...
-¡Ja! El poeta eres tú, no yo. No, ni se te ocurra quitarme la razón, ahora no. A lo que iba, que ahí sólo he dicho una frase demasiado moña, ya está. En fin, ¿algo más que te preocupe del mero inicio de esta estapa?
-...
-¿Y qué hay de malo en todo ello? ¿No es ella la que mayor satisfacción te produce?
-...
-¡Venga ya! Que no naciste ayer. Ya sabes toda la envidia y la gente mala que hay en el mundo. Si te gusta, no hay nada más deba importarte...
-...
-Yo sí tengo todas mis esperanzas puestas en ti, y lo sabes. Confío fervorosamente en que conseguirás cierto triunfo en esa empresa de la que me hablas.
-...
-¡Buah! No es ser egoísta... De hecho, ese triunfo lo compartirías con otros cuatro, ¿no?
-...
-Mira, deja el tema. Ahora me tengo que ir. Luego seguimos hablando, ¿vale? Mucha suerte.
-Adios, don J. Gracias. Ya seguimos hablando.
viernes, 28 de agosto de 2009
martes, 25 de agosto de 2009
Tú... no
Tú no tendrías que estar en mi cabeza cuando lo estás.
Y mira que es una estupidez.
Pero no lo soporto.
Ni puedo con ello.
¡Madre! ¡Al ataque!
Nota a mi yo futuro: Siento ridiculizarte de esta forma =) No lo volveré a hacer, ¡te lo prometo!
Y mira que es una estupidez.
Pero no lo soporto.
Ni puedo con ello.
¡Madre! ¡Al ataque!
Nota a mi yo futuro: Siento ridiculizarte de esta forma =) No lo volveré a hacer, ¡te lo prometo!
lunes, 24 de agosto de 2009
Me parece que no, ¿eh? No...
Ya estoy un poquitín harto de vuestras tonterías.
Siempre he ido fardando por ahí que me gusta ser diferente. Que ir vestido y ser de la forma que a mí me gusta no tenía por qué ser influida por lo que los demás me dicen. Y que iba a hacer oídos sordos a los cansinos.
Pero, por Dios, que ya tenéis unos añitos. Dejad de comportaros de esa forma tan patética. Si no visto como vosotros, os jodéis. Si no me comporto como vosotros, os jodéis. Si sois unos niños de papá a los que le dejan ponerse crestas y dejarse las greñas hasta el culo, os jodéis.
Y, anda, hacedme el favor, papás, enseñadles de una vez a vuestros queridísimos hijitos que tener el pelo largo, no vestir camisetas de tirantes ni pantalones blancos, y no escuchar esa música tan preciosísima como es el requetón, no implica ser una mala compañía.
Que gente mala hay en el mundo, claro, pero anda, a ver si os quitáis esas gafas que parece que no sirven sino para entorpecer aún más vuestra visión, y abríos de una vez a lo nuevo.
Ah, y tú... A ver si se te ocurre decirme algo más por la calle, listilla =) Me gustaría ver en qué estaremos trabajando cada uno dentro de unos años.
¡Catetos!
Siempre he ido fardando por ahí que me gusta ser diferente. Que ir vestido y ser de la forma que a mí me gusta no tenía por qué ser influida por lo que los demás me dicen. Y que iba a hacer oídos sordos a los cansinos.
Pero, por Dios, que ya tenéis unos añitos. Dejad de comportaros de esa forma tan patética. Si no visto como vosotros, os jodéis. Si no me comporto como vosotros, os jodéis. Si sois unos niños de papá a los que le dejan ponerse crestas y dejarse las greñas hasta el culo, os jodéis.
Y, anda, hacedme el favor, papás, enseñadles de una vez a vuestros queridísimos hijitos que tener el pelo largo, no vestir camisetas de tirantes ni pantalones blancos, y no escuchar esa música tan preciosísima como es el requetón, no implica ser una mala compañía.
Que gente mala hay en el mundo, claro, pero anda, a ver si os quitáis esas gafas que parece que no sirven sino para entorpecer aún más vuestra visión, y abríos de una vez a lo nuevo.
Ah, y tú... A ver si se te ocurre decirme algo más por la calle, listilla =) Me gustaría ver en qué estaremos trabajando cada uno dentro de unos años.
¡Catetos!
viernes, 21 de agosto de 2009
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